¿El ministerio se pone las pilas?




Salvo contados avances en temas medioambientales llevábamos dos años y medio de poca actividad ministerial. La verdad es que la fusión de los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente y el bajo perfil que la ministra Espinosa le dio al medio ambiente nos tenía ya un poco desmoralizados a las ONG.

Rosa Aguilar ha venido con un nuevo ímpetu que nos hace ilusionarnos, pero habrá que ver si solo se trata de una ilusión o todas estas buenas palabras se transforman en hechos.

Nada más llegar al Ministerio las ONG le hemos expuesto un completo programa que consideramos que puede ser llevado a cabo en lo que queda de legislatura, eso sí, trabajando mucho. Ella ha prometido analizar cada una de las acciones propuestas y sentarse con nosotros para establecer una “hoja de ruta” para lo que queda de legislatura. Esto sí que suena bien.

Todavía no hemos tenido esta segunda reunión, pero la Ministra va anunciando cada día, ya sea en el Parlamento ya sea en la prensa, que va a llevar a cabo medidas de las que le hemos propuesto. Ya ha anunciado, por ejemplo, que su objetivo es encabezar la delegación española en la COP16 de Cancún, derribar el Algarrobico, deslindar el 100% de la costa o defender una reforma de la Política Agraria Común y de la Política Pesquera Común sostenibles con la participación, no solo del sector, sino también de las ONG.

Falta saber qué piensa de las más de cincuenta otras acciones que le hemos propuesto, y si pondrá toda la carne en el asador para que puedan llevarse a cabo en lo que resta de legislatura.

Dicen que más vale llegar a tiempo que rondar cien años. La primera mitad de la legislatura se nos hizo un siglo y todavía estamos por ver si Aguilar llama a la puerta. Pero, tranquilos, todavía quedan cinco minutos para la hora.



2 comentarios:

Antonio Ruiz dijo...

Hola JC, confiemos pues en las promesas, y que no sean sólo palabras de esas que nos tienen acostumbrados los políticos últimamente.

Abrazos.

Antonio Arnau dijo...

Puedes estar seguro que no sera tan mala como Espinosa, ni la mitad de honesta que Narbona. Pero el cambio que se hizo es estructural, manda Agricultura, y solo lo que el economicismo liberal permite, siempre por debajo de su 5% de PIB. De momento ya avala los transgénicos publicamente.

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