
El Embalse de Biscarrués sobre el río Gállego tiene como objetivo regar Monegros. No es necesario decir más para darnos cuenta de que este proyecto nunca debería haberse planteado. Aún así, se ha elaborado un proyecto y se encuentra en evaluación de impacto ambiental. En SEO/BirdLife tuvimos la ocasión de analizar el proyecto y su Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) y hacer alegaciones. Desde luego, el EsIA tenía infinitas carencias y de forma burda minusvaloraba impactos así como ocultaba el impacto sobre la Red Natura 2000. Así lo hicimos constar en las alegaciones.
La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, tal vez orientada por las alegaciones, tal vez por el mero hecho de hacer bien su trabajo, encargaron un informe al CEDEX sobre el EsIA y sobre el impacto del proyecto. Os copio los tres primeros párrafos de las conclusiones para que opinéis por vosotros mismos:
“Analizada la documentación presentada, se considera que el proyecto analizado presenta impactos muy significativos sobre el medio ambiente.
Pese a que la valoración de impactos incluida en el EsIA minimiza gran parte de las afecciones, y considera el impacto global moderado, la entidad de los cambios inducidos en el ecosistema fluvial, su extensión, que alcanza a todo el curso bajo del río Gállego, su irreversibilidad e irrecuperabilidad, y el importante efecto acumulativo y sinérgico, a escala regional y local si se analizan de forma conjunta con la sucesión de embalses que jalonan este río, deberían llevar a valorar el impacto global como crítico.
Asimismo, el estudio de impacto ambiental no permite una evaluación, con un grado de certidumbre razonable, de ciertos impactos, como los generados sobre la fauna, al faltar datos concretos y fiables de las especies y poblaciones presentes, y existir la posibilidad de existencia de especies amenazadas.”
Al conocer este informe, los regantes y el Gobierno de Aragón con su Consejero de Medio Ambiente al frente (no el de agricultura) arremetieron contra el Ministerio exigiendo que se autorice y se construya el embalse (mira por ejemplo la noticia que te enlazo aquí). El Consejero de Medio Ambiente de Aragón considera que el MARM se extralimita al pedir informes sobre el impacto del embalse antes de autorizarlo y que el mero hecho de que un Consejo del Agua vote a favor ya es razón suficiente para saltarse los trámites de Evaluación de Impacto Ambiental. Entonces: ¿Para qué sirve la Evaluación de Impacto Ambiental? ¿Qué está haciendo la Consejería de Medio Ambiente competente en la evaluación ambiental de muchos proyectos?
A mi juicio es una irresponsabilidad declarar públicamente que, pese a los impactos que existan, pese a lo que digan las leyes, pese al patrimonio natural que nos cueste, hay que hacer un proyecto concreto. Estoy seguro que la proximidad de las elecciones tienen mucho que ver con la respuesta furibunda del Gobierno de Aragón al informe del CEDEX, y la pena es que declaraciones de este tipo no les cueste 10 veces más de votos que los que les dan. Necesitamos cambiar nuestra sociedad, tenemos que cambiar el mundo ¿Empezamos cargándonos Biscarrués? Nosotros iremos a por todas.


Los que nos dedicamos a la conservación de las aves tenemos sentimientos encontrados con el turismo ornitológico. Por una parte, nos gusta salir a ver aves, además sabemos que cuanto más amor a la naturaleza y a las aves tengan nuestros compatriotas más sensibilizados estarán con la conservación y, además, también puede ser una salida económica para nuestras IBA y ZEPA. Pero por otro lado, las molestias humanas son la segunda amenaza para nuestras aves según el Libro Rojo por lo que un turismo ornitológico mal planificado y poco respetuoso puede ser un problema de conservación.



En estos enlaces, se puede ver que desde que se registran estos hechos (1995) la mortalidad masiva de fauna es un hecho habitual (aunque los medios de comunicación no lo hayan reflejado) y además que cada episodio de mortalidad tiene una causa diferente. De esta forma, la muerte de aves de Arkansas se mataron al colisionar contra las casas, árboles, tendidos y el propio suelo, mientras que los peces de Maryland murieron por una rápida caída de temperatura en una zona con una gran concentración de alevines tal y como confirmó el portavoz Jay Apperson a Reuters el jueves. Esto explica los cuatro primeros argumentos.





