Nueva condena por usar veneno




Este fin de semana nos hemos enterado que la Justicia ha condenado a un vecino de Puente de Génave (Sierra de Segura; Jaén) a catorce meses y un día de prisión por el uso de cebos envenenados. La Fundación Gypaetus se personó como acusación popular en el proceso lo que sin duda ayudó al desenlace final (sigue este enlace para ver la noticia).

Cada día estoy más convencido de que la cultura de un país no se mide por la tasa de fracaso escolar o por la media en la selectividad, se valora por cómo se cuidan y cuidan su entorno. Una sociedad que envenena su entorno más inmediato no puede ser una sociedad muy culta. Sentencias como las de hoy son potentes herramientas para organizaciones como la Fundación Gypaetus, SEO/BirdLife, o todas las que forman parte del Programa Antídoto, ya que con ella se puede hacer mucha pedagogía. Porque al final lo que hay que hacer es pedagogía, hay que explicar que envenenar nuestro medio ambiente no está bien, y que no solo no está bien sino que es contraproducente para los objetivos del envenenador. Muchas veces los que utilizan estos métodos creen que el haber vivido toda su vida en el campo les da el conocimiento omnisciente de las relaciones animales, pero los cierto es que no es así. Cada día tenemos más conocimiento científico sobre los fenómenos depredador-presa que llevarían las manos a la cabeza de la mayoría de los gestores de fincas.

Ayer mi buen amigo Jorge González Casanovas me hizo llegar un trabajo científico que presentaron en un congreso en el que se demuestra que el control no selectivo de los depredadores, que al fin y al cabo es el que produce el veneno, solo beneficia al zorro. En efecto, en la Sierra de Montsant, el control indiscriminado de predadores hizo aumentar la densidad de zorros que, paradojas de la vida, es lo que los gestores querían controlar.

Claro que no sirve de nada que estos trabajos estén en prestigiosas revistas científicas, hay que remangarse los brazos e ir a explicarle a los potenciales usuarios del veneno cómo sabemos ahora que funciona la naturaleza, solo eso nos hará más cultos a todos.

3 comentarios:

Lluís Sogorb dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Mientras la cultura no llegue al campo, por muchas leyes y condenas que hayan, el problema seguirá estando ahí.

Verde que te quiero verde... dijo...

Más y más "insight" en nuevos temas para mí. Y Gracias por la pista sobre las máquinas de leche fresca en mi blog.

Quizás me puedes aconsejar o hacer un post sobre un dilema que sigo sin resolver... ¿Poner un comedero de pájaros o no? El año pasado pensando en ayudar la biodiversidad puse un comedero de pájaros (vivo en el centro de Madrid). ¡Qué bien lo pasaron "our feathered friends"! Pero luego pensé...¿Estoy haciendo más daño que ayuda? La única comida que encontraba no era "wild bird food" como Audobon tiene en EEUU, sino lo que venden para pájaros domesticados en el supermercado. Luego pensé...quizás cuando comen esto y pasa por su sistema...están "difundiendo" especies de plantas no autóctonas o al final esta comida, como no forma parte de su dieta natural les está haciendo daño. Retiré el comedero. Pero este fin de pasado he visto que en el Parque del Oeste hay una zona para observar aves y hay comederos para atraerles.... ¿Alguna Conclusión?

Solo si tienes tiempo ;-)

JC Atienza dijo...

Hola Margaret, prometo escribir un post en el blog sobre este tema.

Publicar un comentario